Fobias y filias abundan, muchas ni las conocemos, pero sabías que una persona que tiene un gusto, atracción desmedida y fascinación por las barbas podría sufrir de pogonofilia.
Es el nombre que se le da justamente a ese gusto grado obsesión por las barbas. Se asocia más con las mujeres que se sienten atraídas por las personas con barba, pero también puede aplicar para los hombres.
Aunque mucha atención, no se trata solamente del gusto por las barbas o que cuides meticulosamente tu barba, digamos que eso está dentro de la “normalidad”. La pogonofilia se toma como un trastorno porque genera ansiedad en quien la padece.
Como en todo, el exceso es lo negativo, porque el simple gusto por las barbas o el que una mujer se sienta atraída por un hombre con barba no significaría nada extraordinario. Pero si ves que alguien se rasura la barba y sufres, si tienes cambios incontrolables a nivel corporal al mirar una barba como sudoración o aceleración de tu pulso, además de estrés si no ves por un tiempo una persona con barba, entonces sí es para preocuparte.
Actualmente se habla de niveles de pogonofilia, moderado, medio y alto, quizá no sea lo más adecuado porque se encasilla, pero sirve para dar una idea de si se puede ser pogonofílico (a) y continuar con ello sin afectación de tu vida diaria.
El nivel más alto no se ha documentado como para tener noción de que haya una obsesión tal por las barbas que te obstruya ser funcional socialmente. El nivel medio y bajo tiene más referentes, porque se mezcla muchas veces con el gusto por las barbas, que puede ser un gusto pasajero o permanente como el que se tiene de forma natural e inofensivo por cualquier otra cosa.
Lo mejor es disfrutar de tu barba sin pensar mucho en la pogonofilia, pero vale la pena saber que existe